Perfil de la Congregación

Sus feligreses tienen una fe firmemente fundamentada, basada en las creencias cristianas esenciales, como la salvación por gracia y la autoridad de la Biblia. Estas creencias dan energía a sus vidas, pero esa energía no necesariamente se está canalizando hacia actividades que impulsen su crecimiento espiritual.

En particular, considerando las fuertes convicciones de sus feligreses, sus prácticas espirituales personales (como la reflexión en las Escrituras y la oración), así como su nivel de participación en actividades de alcance (como servir a los necesitados y compartir su fe con no cristianos), son más bajas de lo anticipado.

Estos factores indican que muchos de sus miembros podrían no estar plenamente convencidos de que una fe en crecimiento requiere esfuerzo y sacrificio. Esta observación se ve reforzada por su respuesta cercana al promedio ante la afirmación:

“Estoy dispuesto a arriesgar todo lo que es importante en mi vida por causa de Jesucristo.”

Dadas sus fuertes creencias, se esperaría que este indicador clave de vitalidad espiritual fuera más alto.

Perfil de la Iglesia

Su congregación expresa una gran valoración por todo lo que su iglesia hace para apoyar su crecimiento espiritual. Ven a los líderes de la iglesia como modelos de lo que significa crecer espiritualmente, y reconocen que su iglesia ofrece un alto nivel de desafío, así como caminos claros para facilitar ese crecimiento. También reconocen las oportunidades que su iglesia les brinda para servir a su comunidad.

A pesar de este entorno favorable para el crecimiento, los feligreses parecen tener dificultades para vivir plenamente su fe y rendirse completamente a Cristo. Una posible razón sugerida por los resultados de la evaluación podría encontrarse en el papel que las Escrituras desempeñan dentro de la cultura de su iglesia.

En comparación con otros valores de la iglesia —incluido el alcance comunitario—, el valor de incorporar la Palabra de Dios en la vida diaria se percibe como menos central.

Los resultados de la evaluación indican que su gente ama a la iglesia y respeta a sus líderes. Además, disfrutan de una base sólida de creencias cristianas. Por lo tanto, tienen una gran oportunidad de guiar a su congregación —que muestra todas las señales de estar dispuesta a seguir su liderazgo— hacia una vida espiritual más profunda y enriquecida por una inversión más personal en su fe.

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